Empezamos este viaje juntos el Día de San Valentín del 2019, cuando anuncié mi candidatura para servir en la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles.
Servir como Supervisora del Condado para el Distrito 2 ha sido un gran privilegio. Me postulé para abordar la pobreza y la inequidad y ese trabajo se volvió aún más imperativo a medida que enfrentábamos los efectos de la pandemia de COVID-19. Estoy muy agradecida por la colaboración de líderes locales, organizaciones comunitarias, grupos laborales y religiosos que se unieron a nuestros esfuerzos para recuperarnos: nos hicimos más fuertes, más resilientes y más equitativos que antes.